El viento que corre me lleva de nuevo.

No busques más sonrisas furtivas,

no me agradezcas que pase la vida.

No pretendas que viva de anzuelo, aunque siempre me veas tan risueño.

No merezcas mi tiempo, tan solo sal a bailarme la vida.

No prediques, no juzgues si personalmente quieres una vida digna y menos estrecha.

No me mires a los ojos, más bien moriría al saber...

Que derriten tu vida y te hacen ser.

No me pidas que suplique por tu vida, no amanezcas sin ese brillo... Sin esa poesía.

No me esperes entre líneas, posiblemente no sea en esas las que sigo esperando.

No me digas ven y vete, ni tan siquiera que te estremezca, ni que te susurre a los vientos.

No me pidas más alientos, mas tormentos.

No permitas que mi ser, deje huella en tu vida, lo más seguro,

que busque vida cerca de la tuya y con soltura.

No permitas que me encierre entre cavernas, pues hasta el más sedentario sabe tirar todas las puertas.